miércoles, 4 de junio de 2014






FAMILIAS DE ANTES Y DE AHORA...

La influencia psicológica de los padres sobre los hijos es particularmente fuerte en una sociedad como la nuestra, en la que las familias extensas, las comunidades muy unidas y los ritos de iniciación, que en otro tiempo mitigaban el impacto de los padres, se han desmoronado y han desaparecido. 
Crecer en una familia nuclear aislada (solo padre, madre e hijos), separados de una red de parentesco mas amplia, y muchas veces desvinculados entre sí, no genera la suficiente separación de los padres ni proporciona una red suficientemente amplia de modelos de conductas sanas masculinas y femeninas. La situación era muy diferente en las familias extensas que mantenían vínculos cotidianos. 
Si los padres eran físicamente ausentes o emocionalmente distantes o perturbados, las tías, tíos, primos y abuelos estaban disponibles para satisfacer las necesidades evolutivas del niño con amor y guía.
Las sociedades tradicionales también disponían de ritos de iniciación en la pubertad para ayudar al niño a separarse de su madre y a la niña de su padre, y a identificarse con una comunidad más amplia de mayores de su sexo.
La familia nuclear se ha convertido en una olla a presión en la que los problemas de los padres con el amor y la intimidad se transmiten directamente a sus hijos sin el mecanismo compensatorio de una familia extensa que nutre de modelos variados de conducta, inspiración, comunicación, sostén y vínculos.

Fabián López
Lic. en Psicología
(MN 53284)

No hay comentarios:

Publicar un comentario