martes, 22 de mayo de 2012


La psicoterapia es el espacio en el que nos permitimos 
encontrarnos con nosotros mismos, con nuestras supuestas "formas de ser", sentimientos, pensamientos, ideas, creencias, mandatos, ilusiones, 
expectativas, roles, experiencias pasadas, presentes y futuras, 
y tambien con nuestro cuerpo y su particular lenguaje.
Todo eso girando en torno a nuestra verdadera naturaleza 
espiritual, muchas veces sofocada por aquellas capas 
desordenadas generadoras de miedo y angustia.
Con todo eso y más, abordamos nuestro momento presente, mas allá del problema o conflicto que nos lleva a la consulta con un profesional. 
Todo es posible en el espacio terapeutico, y así es porque en el ámbito de lo humano todo es posible, desde los mayores disparates que nos perjudican hasta lo maravilloso en nosotros que nos enaltece.
La posibilidad de mirar las cosas desde otros ángulos y de generarse preguntas distintas a las que estamos acostumbrados, 
junto a la compañía de un Otro que aúna la experiencia profesional 
y la de su propio recorrido, resulta siempre en un encuentro 
gratificante, vital, novedoso, y creativo.
De ambas partes depende generar la confianza, la empatía y el equilibrio necesario entre el sostén y el riesgo que lleven a buen puerto,
 pero siempre por aguas navegables... 


Tu visión devendrá mas clara solamente 
cuando mires dentro de tu corazón... 
Aquel que mira afuera, sueña. 
Quién mira en su interior, despierta.
(C. G. Jung)
La mente humana ha intentado desde siempre hacer dos cosas imposibles: Una es alterar el pasado, que es algo que no se puede hacer. El pasado ya ha ocurrido. No se puede volver al pasado. 
Cuando piensas en volver al pasado, lo más que puedes hacer es penetrar en el recuerdo; no es el auténtico pasado, es solo un recuerdo. El pasado ya no existe, así que no se puede modificarlo Este es uno de los objetivos imposibles de la humanidad, y el hombre ha sufrido mucho por su causa. Quieres rehacer el pasado. ¿Cómo vas a rehacerlo? El pasado significa que todo el potencial de una cosa se ha agotado […] Con el pasado no se puede hacer nada.
Y la segunda idea imposible que siempre ha dominado la mente humana es determinar el futuro, que es algo que tampoco se puede hacer. El futuro significa lo que aún no es; no se puede establecer. El futuro siempre es indeterminado, el futuro sigue abierto. El futuro es pura potencialidad; hasta que ocurre, no se puede estar seguro de él. El pasado […] ya ha ocurrido. Ya no se puede hacer nada al respecto. 
Entre estas dos cosas, el hombre se encuentra en el presente, siempre pensando en imposibles. Quiere asegurarse de todo lo referente al futuro, al mañana... y eso no se puede hacer. Métetelo en la cabeza lo más hondo posible: no se puede hacer !! No malgastes tu momento presente intentando asegurar el futuro. El futuro es incertidumbre; esa es la cualidad básica del futuro. Y tampoco pierdas el tiempo mirando hacia atrás. El pasado ya ha ocurrido, es un fenómeno muerto. No se puede hacer nada con él. Como máximo, se puede reinterpretar, y eso es todo. […] Se puede reinterpretar, pero el pasado sigue siendo el mismo.
Sabes ya que el pasado está terminado... y que tú has terminado con él. Y el futuro aún, no ha ocurrido. Cuando ocurra, ya veremos. De momento, no se puede hacer nada al respecto. Con eso solo destruirías el momento presente, que es el único momento disponible, real.

OSHO, extracto del libro “Conciencia”